¿Te sientes triste? ¿Tu noviazgo fue un fracaso? ¿Tu papá te traicionó a ti y a toda tu familia? ¿se te murió un ser muy querido? ¿alguien te criticó injustamente? ¿tu economía está mal? En fin: ¿sientes que ya nada tiene sentido, color, ni sabor? ¿sientes que de todas las personas del mundo, tú eres la persona que más sufre? Si te sientes mal, y quizá hasta has llorado en la intimidad de tu cuarto, tengo una palabra de Dios para ti.
El Señor me ha motivado a escribirte lo siguiente:
Ya no te sientas tan triste, sé que las cosas que últimamente te han pasado te tienen con los ánimos por el suelo, ya nada te logra contentar y la vida ha perdido su sentido para ti. Pero ánimo, sécate las lágrimas. Y está bien, puedes llorar todo lo que quieras, sin embargo cuando hallas terminado de llorar, ¡sécate las lágrimas! porque la vida no ha terminado, todavía hay muchas bendiciones que tengo para ti. Anímate porque tengo planes de bien y no de calamidad tengo para ti, a fin de darte un futuro y una esperanza. No estás en soledad, ¡Yo estoy contigo! Y si yo estoy contigo: ¡Eres más que vencedor! Ya no te lamentes, levanta tu cabeza bien en alto, camina de una manera erguida y comienza a disfrutar de mi presencia que te acompaña a todo lugar.
No eres el primero, ni el último que sufre exáctamente lo mismo que te está causando angustia. Pero sí eres de los pocos que tienen un Dios tan grande como yo. ¡Alégrate en mi! Porque en poco tiempo verás que todo es parte del plan divino que he diseñado para ti. ¡Te amo tanto! ¡Nunca te dejaré en abandono! Es más: si todos te dieran la espalda, yo seguiría ahí para ti. ¡Mi amor por ti es incondicional y no tiene límites! ¡Sécate las lágrimas, el gran Yo Soy está contigo!
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