jueves, 28 de julio de 2011

Sustituye el mal con el bien...

Muchos se preguntan ¿Cómo abandono mis pecados, mis enojos, mis malas acciones... para agradar más a Dios? La respuesta es sencilla: Sustitución.

Muchos están librando todos los días una batalla de titanes en contra de sus enojos, mentiras, palabras indecentes, impulsos sexuales... y no saben cómo salir victoriosos, sin embargo la salida es sencilla: Sutituyendo el mal con el bien. La palabra nos dice: "No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien" (Ro 12:21).

Si tienes problemas con la mentira, comienza a decir la verdad. Si tu problema son los malos pensamientos, comienza a pensar en cosas buenas, lleva tu mente a producir pensamientos dignos de alabanza. Si tienes conflicto con un vocavulario indecente, procura censurarte esas palabras y en su lugar exprésate con aquellas que sí son decentes. Si los impulsos sexuales te dan guerra, comienza a dedicar tiempo a actividades que no tengan nada qué ver con lo sexual y consérvate en pureza hasta tu matrimonio.

La mejor manera de vencer el mal es sustituyéndolo con el bien, practícalo y pronto verás los resultados.

Bendiciones!!

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