Muchos se preguntan ¿Cómo abandono mis pecados, mis enojos, mis malas acciones... para agradar más a Dios? La respuesta es sencilla: Sustitución.
Muchos están librando todos los días una batalla de titanes en contra de sus enojos, mentiras, palabras indecentes, impulsos sexuales... y no saben cómo salir victoriosos, sin embargo la salida es sencilla: Sutituyendo el mal con el bien. La palabra nos dice: "No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien" (Ro 12:21).
Si tienes problemas con la mentira, comienza a decir la verdad. Si tu problema son los malos pensamientos, comienza a pensar en cosas buenas, lleva tu mente a producir pensamientos dignos de alabanza. Si tienes conflicto con un vocavulario indecente, procura censurarte esas palabras y en su lugar exprésate con aquellas que sí son decentes. Si los impulsos sexuales te dan guerra, comienza a dedicar tiempo a actividades que no tengan nada qué ver con lo sexual y consérvate en pureza hasta tu matrimonio.
La mejor manera de vencer el mal es sustituyéndolo con el bien, practícalo y pronto verás los resultados.
Bendiciones!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario